Luis Francisco Bohórquez Pedraza, exalcalde de Bucaramanga y otros implicados, conocerán el próximo 21 de noviembre las penas que la justicia les impondrá a cada uno de los seis exfuncionarios y excontratistas hallados culpables.
Político corrupto que “se respete” en Colombia tiene su propio carrusel de la contratación.
En el caso de Bucaramanga, “se les hizo el milagro” a un puñado de políticos y contratistas, seguidores de la fe, amparados bajo el manto de una congregación cristiana.
Pero esa es la punta del iceberg. En la ciudad y en el departamento corrupción y crimen se pavonean por los corredores de las instituciones públicas…y privadas.
Esta es la historia de una de ellas: “Manantial de Amor”.
Una iglesia de culto cristiano, nacida en la sala de una casa, en Cuba, el jueves 25 de diciembre de 1997.
No importa su similitud con el título de una canción romántica, babosa…pero los hechos de esta historia de corrupción fueron uno de los mayores escándalos delictivos de cuello blanco en la ciudad.
Este martes 17 de septiembre de 2024, más de ocho años después de haberse conocido los primeros detalles de este entramado de corrupción, el juzgado 9 Penal del Circuito de Bucaramanga emitió el sentido del fallo del proceso, que tendrá carácter condenatorio.
Luis Francisco Bohórquez Pedraza, exalcalde de Bucaramanga y otros implicados, conocerán el próximo 21 de noviembre las penas que la justicia les impondrá a cada uno de los seis exfuncionarios y excontratistas hallados culpables.
Todos, sin excepción, son procesados por corrupción, en una investigación por un carrusel criminal que los vincula en los delitos de interés indebido de contratos y peculado por apropiación.
Origen del Caso “Manantial de Amor”
El carrusel de contratación, creado al mejor estilo santandereano, se remonta a 2016.
Ese año, cuando Luis Francisco Bohórquez cumplía seis meses de haber culminado su gobierno, de la mano de la Unidad Investigativa del diario Vanguardia surgieron las primeras denuncias sobre posibles irregularidades.
Bohórquez fue alcalde de Bucaramanga entre 2012 y 2015.
En el documento periodístico se dijo que el gobierno de ‘Lucho Bohórquez’, como se le conocía en el mundo político, adjudicó contratos por cerca de 17.000 millones de pesos a empresas vinculadas con la iglesia cristiana “Manantial de Amor”.
También se supo que a ese culto asistían con devoción el exalcalde y varios de sus familiares más cercanos.
El Entramado de Corrupción
Lo que la Fiscalía General de la Nación estableció fue que, durante la administración de Bohórquez se otorgaron contratos de manera irregular a empresas relacionadas con feligreses de la iglesia “Manantial de Amor”.
Esos contratos, que incluían labores de restauración de parques, poda de maleza y reparación de redes eléctricas, fueron adjudicados sin cumplir con los requisitos legales exigidos.
La Fiscalía alegó que, dichos contratos se utilizaron para desviar recursos públicos, lo que constituye los delitos antes mencionados.
Vinculados y Procesados en “Manantial de Amor”
El informe periodístico de la Unidad Investigativa de Vanguardia precisó que, además de ‘Lucho Bohórquez’, otros implicados en el caso incluyen a Clemente León Olaya, exsecretario de Infraestructura de Bucaramanga de ese gobierno.
También aparece Gloria Azucena Durán Valderrama, exdirectora de Alumbrado Público. Y fueron procesados varios contratistas, como Leonardo Luna Escalante, Uriel Ávila Méndez y Óscar Mauricio Benavides Toloza.
El 17 de septiembre de 2024, el juez declaró prescripción de la acción penal contra Fernando Díaz Garzón y Andrea Liliana Parra Ramos, y absolvió a Gerson Andrés González Ortiz, Carlos Andrés Jaimes y Diana Isabel Murillo, que también estuvieron vinculados.
Hay que recordar que este escándalo también tiene cierto nexo, aun sin confirmar, con dos ataques sicariales en los que una persona murió y otras dos resultaron heridas.
Según dijo la Fiscalía en ese momento, los ataques estarían relacionados con la adjudicación de los contratos por $15 mil millones a “Manantial de Amor”.
El primer atentado ocurrió el 22 de junio de 2016, cuando el líder religioso Óscar Leonardo Rodríguez Ariza fue asesinado por sicarios, en la sede de la Iglesia Manantial de Amor, en el barrio Café Madrid, al Norte de Bucaramanga.
Casi once meses después, dos sicarios atentaron contra Rocío Méndez Lozano, esposa del pastor asesinado.
El caso ocurrió a las afueras de la sede principal de la misma iglesia, pero en el barrio La Cumbre, en Floridablanca. En el ataque, la mujer y su escolta resultaron heridos, pero luego quedaron fuera de peligro.
La Fiscalía confirmó que pese a que las investigaciones, no hay ningún indicio de los autores materiales o los intelectuales.
Repercusiones para la Ciudad
El caso “Manantial de Amor” ha tenido profundas repercusiones políticas y sociales en Bucaramanga.
El anuncio de una condena contra Bohórquez y sus colaboradores, ha generado un clima de desconfianza hacia las instituciones públicas.
Además, puso en evidencia la necesidad de una mayor transparencia y rendición de cuentas en la administración pública.
Justo, este miércoles 18 de septiembre de 2024, el contralor general de la República, Carlos Hernán Rodríguez, anunció la creación de una unidad especial para auditar los estados financieros de las EPS, en un esfuerzo por combatir la corrupción y garantizar el uso adecuado de los recursos públicos.
“Manantial de Amor” es un recordatorio de los desafíos de la capital santandereana en su lucha contra la corrupción.
Condenar a Luis Francisco Bohórquez y a sus colaboradores marca un paso importante hacia la justicia y contra la impunidad. Pero solo es un paso.
Sin embargo, traza la ruta para continuar fortaleciendo los mecanismos de control y vigilancia en la administración pública.
‘Lucho Bohórquez’ y su vínculo de fe
La relación entre Luis Francisco Bohórquez Pedraza, exalcalde de Bucaramanga, y la iglesia cristiana “Manantial de Amor” es el núcleo de este caso de corrupción que lleva el mismo nombre.
Lo que se pudo establecer es que, durante su administración (2012-2015), Bohórquez asistía a esta iglesia, la misma que tenía una fuerte presencia en Bucaramanga y otras ciudades como Bogotá, Lima y Nueva York, entre otras.
Pero “Manantial de Amor” no solo era un lugar de culto para Bohórquez. También tenía vínculos muy profundos con su familia.
Su exesposa, Teresa Pedraza, era una de las pastoras de la iglesia y otros familiares cercanos también estaban involucrados en la organización.
Fue ese nexo personal y familiar, dijo la Fiscalía, el que facilitó la adjudicación de contratos a empresas vinculadas con miembros y pastores de esa congregación.
¿Qué Sucedió con los Contratos Investigados?
En la edición de ayer del diario Vanguardia se entregó información sobre el valor de los contratos investigados. Hoy se hace precisión sobre lo que sucedió con cada uno de ellos.
1. Contrato 152 de 2013: fue uno de los primeros en ser adjudicados a empresas vinculadas con la iglesia “Manantial de Amor”. $2.150 millones.
Irregularidades: La Fiscalía encontró que no se cumplieron los requisitos legales para su adjudicación, lo que sugiere un interés indebido en la celebración del contrato.
2. Contrato 114 de 2014 C: también fue otorgado a una empresa relacionada con miembros de la iglesia. $4.457 millones.
Irregularidades: Similar al contrato 152, tuvo irregularidades en su adjudicación, incluyendo la falta de transparencia y el incumplimiento de los requisitos legales.
3. Contrato 365 de 2015: involucraba labores de restauración de parques y poda de maleza. Nueve contratos con la Alcaldía, por $7.056 millones y uno con Metrolínea, por $420 millones.
Irregularidades: La Fiscalía alegó que los fondos destinados a este contrato fueron desviados y no se cumplieron las obras prometidas.
4. Contrato 224 de 2013: adjudicado para la reparación de redes eléctricas en la ciudad. por valor de $3.408 millones. Y otro con Metrolínea, por $1.031 millones.
Irregularidades: Se encontraron inconsistencias en la ejecución y en el manejo de los fondos, lo que llevó a acusaciones de peculado por apropiación.
5. Contrato 171 de 2015: también relacionado con la iglesia “Manantial de Amor” y sus miembros. Dos contratos con la Alcaldía, por $873 millones, y dos más con Metrolínea por $1.019 millones.
Irregularidades: Al igual que los otros contratos, hubo irregularidades en su adjudicación y ejecución.